sábado, 29 de septiembre de 2012

"Un Caballo Llamado Pegaso"



Era verano, íbamos a la granja de mi tío Albert. Allí había un yegua preñada, y como mi madre era veterinaria, y a mi me encantan los caballos decidimos pasar el verano allí.

A los pocos días de llegar, la yegua preñada se puso de parto.

El potro era blanco, pero tenia las crines y la cola negras como el carbón.
Nada mas salir de su vientre, se puso en pie y se puso a mamar, yo lo acaricie desde su cabecita, hasta sus patas traseras; tenia un pelaje muy suave como todos los potros, pero ese pelaje era especial, muy especial. Antes de irme a dormir, mi tío Albert ( o como yo le llamaba: el hombre que susurraba a los caballos ) me dejó que yo eligiese el nombre y me puse muy contenta.

Al día siguiente me levante temprano porque había estado toda la noche en vela pensando en un nombre para el nuevo caballo pero no me gusto ninguno de los que me habían surgido.

Cuando me levante me puse el pantalón de montar y baje a desayunar, era temprano y aún nadie se había levantado. Salí a ver a los caballos y a dar a los animales de comer. Cuando termine, fui a ver el nuevo potro, estaba comiendo pero cuando me vio se acerco a mi, yo le acaricie la cabeza y el me lo agradeció con un lametón. Después se puso a dar vueltas a la pista, primero a paso, después a trote, tercero a galope y por ultimo corriendo; cuando corría era como si volase; rápidamente le puse una montura y una brida a una de mis yeguas preferidas llamada Canastera y empecé a correr. Intente adelantarlo, pero no podía.

De pronto se paro en seco, se dio media vuelta y se puso a comer, como si no hubiera pasado nada, y me sorprendió.
Después de la hora de comer, decidí coger una zanahoria para el nuevo potro. Cuando me faltaban 10 pasos por lo menos para llegar al picadero donde se encontraba, el corrió, salto la valla y se acerco a mi trotando, y se comió la zanahoria, después se restregó en mi ( lenguaje de los animales: me gustas) me miro y me dijo:

- ¿Como me llamo?
Yo sin salir de mi asombro, le conteste:
- N.... N … No... No lo se....
- ¿Co... como puedes hablar?
El aún comiéndose la zanahoria, me contesto...:

Mi madre me ha dicho que hay personas que tienen el don de poder entender a los caballos, pero hay caballos que no se atreven a hablar con los humanos por miedo.

-¿y yo tengo ese don? Dije...

Parece que si, por cierto podrías decirme rápido mi nombre es que mi madre no sabe como me puedo llamar.

Entonces yo pensando en como llamarle, me acorde de lo que paso esta mañana: “cuando corría parecía que volaba”, entonces me acorde de un libro que me reglaron de animales imaginarios, y había un caballo que volaba que se llamaba Pegaso.

Aunque un Pegaso tuviera alas y el no, era como si las tuviera.

-"Pegaso"... te gusta Pegaso? dije..
-Si, me gusta ese nombre,... "Pegaso", ¿y tu como te llamas?; Dijo el caballo
-Yo... Yo me llamo Maite...; Le conteste
-Bonito nombre, me llevas a dar una vuelta, es que no conozco a los animales.
-vale...; le dije

Y le lleve a dar una vuelta por toda la granja y le presente a todos los animales y caballos.

Cuando era hora de cenar le lleve al establo le acaricie y me dijo:

-Adiós, Maite, ah! Y gracias por el nombre
-Adiós Pegaso; le dije.

Pasaron los días, las semanas,meses...., hasta que era hora de volver a las clases y tocaba despedirse. Nos costo mucho pues yo ya me había acostumbrado a que Pegaso saltase la valla y me esperase todas las mañanas en la puerta para acompañarme cuando voy a dar de comer a los animales de la granja, tanto, que incluso pensaba, y quería pensar que eso nunca se acabaría, pero eso no podía ser así.

Cuando estaba ha punto de irme mi tío Albert le dijo a mi madre:
- Ese caballo echará de menos a la niña, y la niña a él, ¿por qué no dejas que se quede aquí a vivir?
-Mi madre se lo pensó unas cuantas veces, dijo:
-Pero, y  las clases, que pasa con las clases?
-Pues que las haga por el ordenador, además, sabes que necesito ayuda en la granja, y ella, los 3 meses que  
 ha estado, me ha demostrado que lo hace bien.
 -Bueno, vale, pero que me llame todas las mañanas, por la noche que me mande un correo para saber lo           que le ha pasado en el día; dijo mi madre.
-GRACIAS MAMÁ!!!. le dije y después la abrace. 

-Yo, muy contenta, fui corriendo a al picadero donde se encontraba Pegaso. Le abrace y llorando le dije:
me voy a quedar a vivir, aquí contigo!!

2 AÑOS DESPUÉS.....

Después de 2 años, cuando cabalgaba por el bosque, vi a un caballo, era una yegua preciosa de ojos azules (igual que los de Pegaso), el color de su cuerpo era color canela, y sus crines eran color marrón claros con calcetines blancos en las cuatro patas. Se acerco a Pegaso, le dio un lametón, entonces me di cuenta de que se habían enamorado, y me la lleve a la granja.
Cuando llegue, se la presente a mi tío, y dijo que seria mejor ponerlos a los 2 en un box grande, y así hicimos. Cuando era hora cenar baje a los boxes , les vi durmiendo juntos, y se me ocurrió un nombre para la yegua: " Canela".

Pasaron 7 meses y notamos a Canela un poco mas  gordita, pero no comía, entonces decidimos llamar a mi madre, y nos dijo que estaba embarazada y nos pusimos muy contentos todos y mucho mas cuando se lo dije a Pegaso.

Y 4 meses después  se puso de parto Canela, y nació una potranca  color caramelo, sus crines y su cola algo mas oscura, sus patas tenían calcetines negros, resultando muy rebelde y a la que llamamos...Destino.


Fin


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